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miércoles, 19 de agosto de 2009

Las irritantes medusas.

Las irritantes medusas.

Fauna marina desaparecida de nuestros litorales como el atún o el pez limón, fueron en su momento un eficaz freno natural para las medusas que, libres de sus depredadores, llegan a inundar las playas hasta el punto de obligar a que las autoridades adopten medidas.

Soportar el picotazo de una medusa es muy desagradable y doloroso y, aunque nuestras playas no están tan expuestas como, por ejemplo, las del Pacífico, las circunstancias están favoreciendo su proliferación. (En las fotos dos de las especies que se pueden encontrar en el Mediterráneo).

La picadura de una medusa es el accidente marino más frecuente que ocurre en nuestras playas. Dependiendo principalmente de cuál es la especie responsable de la picadura, ésta tendrá una gravedad diferente, pudiendo ir desde un leve picor a un dolor intenso y a producir lesiones cutáneas (existen incluso especies tropicales que pueden llegar a ser mortales).

La picadura se produce cuando entramos en contacto con la medusa. Al rozarla, se estimula un pequeño pelo sensorial que poseen en sus células y se provoca que se dispare un pequeño arponcillo por el que nos inyecta el veneno, recibimos así cientos o miles de pequeños aguijonazos. Dependiendo de la zona de la medusa que rocemos y de la especie de que se trate, este arponcillo tiene diferente tamaño y diferente capacidad de penetración en nuestra piel. Esto explica que seamos más sensibles a las picaduras en zonas de piel fina como la cara o la cara interna de los antebrazos, mientras que en otros lugares como en las palmas de las manos, al tener la piel más gruesa, es más raro que nos veamos afectados. Del mismo modo, los niños pequeños y las mujeres, resultan más vulnerables.

Existen en el mercado farmacéutico unas nuevas cremas de protección solar que, además, ayudan a protegerse contra ellas gracias al extracto de plancton que provoca que la medusa resbale por la piel, impidiendo que nos piquen. Además, también encontraremos estos productos adaptados para los más pequeños. Para que el producto sea eficaz hay que seguir las recomendaciones del fabricante.

En cualquier caso, si llegara el nada deseable lance de verse «atacado» por una medusa, he aquí algunas recomendaciones útiles, aunque la primera de todas es acudir rápidamente a un puesto de socorro.

1.- No frotar la zona afectada ni con arena ni con una toalla. Lavar con agua salada la zona afectada y retirar con unas pinzas los restos de tentáculos que pueden aun estar adheridos

2.- Inactivar el veneno. Lavar abundantemente con algún agente desintoxicante. ¡Nunca con agua dulce! Los expertos recomiendan: ácido acético al 5% (si es posible, sumergir el miembro afectado durante 15 a 30 min.), o vinagre en su defecto. Otros recomiendan usar una solución acuosa concentrada 1:1 de bicarbonato sódico o de una solución saturada de sulfato de magnesio en una solución de cloruro sódico en la proporción 3,5 gr/100 ml. (equivalente al agua de mar).

3.- Calmar el dolor. Aplique una bolsa de hielo sobre la zona (5-15 min.), resulta ser un método muy efectivo si se aplica inmediatamente después de la picadura. La sensación de frío, por una parte, aliviará el dolor o el escozor; por otra parte, el frío degrada la toxina haciendo que deje de actuar. No poner en contacto la piel con agua dulce. Administrar algún analgésico.

4.- Desinfectar con una pomada antibiótica no sensibilizante.

5.- Es importante identificar el tipo de medusa. Comentar el incidente al médico, sobre todo si nos sentimos mal o las molestias persisten. Las picaduras de las medusas pueden tener efecto diferente en diferentes personas ya que pueden desarrollar respuestas de tipo alérgico o producir un choque anafiláctico. Ante sucesivos casos de picaduras el organismo desarrolla una hipersensibilidad, resultando cada vez más afectado.

sábado, 1 de agosto de 2009

Vacaciones contratadas.

Vacaciones contratadas.

¡Han llegado las vacaciones! Y si, a pesar de la crisis, puedes permitirte un viaje organizado, una opción es contratarlo con una agencia. Es aconsejable visitar varias agencias de viajes para buscar el mejor precio, que puede variar por el tamaño de la agencia, o según con la antelación con que hagas la reserva, o por la especialización de la agencia en ciertos tipos de viajes. Los viajes programados salen más económicos por lo general, que cuando adquirimos los mismos servicios por nuestra cuenta.

Antes de contratar tendremos que tener claro:

- Si nosotros podemos hacer algún cambio en los recorridos.
- La agencia nunca podrá hacer cambios arbitrarios sin consultarnos.
- Tampoco nos pueden incluir suplementos de los que no tengamos información.

Cuando compremos un paquete turístico tendremos en cuenta:

- Solicitar el recibo del pago de la reserva.

- El contrato debe especificar claramente: El destino del viaje; los medios de transporte si los hubiere, sus características y categorías; si incluye alojamiento la situación y categoría del mismo; el numero de comidas que incluye y la categoría de los establecimientos; la modalidad de pago y, si hay financiación, el calendario de la misma; y, por último, el nombre y dirección del organizador y el del detallista que lo ha vendido, si no son los mismos.

- La empresa no podrá repercutirnos los costes de más que le haya supuesto nuestro viaje. En cambio nosotros podemos pedir devolución si los costes han sido menores (por ejemplo hoteles de menos categoría).

- Es muy importante guardar la publicidad de nuestro viaje, ya que es vinculante si tenemos que hacer una reclamación.

- Las hojas de reclamaciones son obligatorias en todas las agencias de viajes, hoteles, restaurantes y medios de transporte. Aunque tengamos pensado reclamar al volver de las vacaciones es aconsejable que hagamos una reclamación en el momento que se produzca cualquier anomalía.

Muy importante:

- Si renunciamos al viaje por cambios efectuados por la agencia, tendremos derecho a la devolución total de la señal.

- Si la agencia nos comunica un aumento importante del precio de nuestro viaje o la anulación del mismo, tendremos derecho a otros viajes de categoría igual o superior, o podremos solicitar una indemnización, siempre que en el contrato no aparezca una cláusula específica de los motivos por los que se puede suspender.

- Si nosotros renunciamos al viaje perderemos una parte de la señal, el porcentaje será mayor cuanto más nos acerquemos a la fecha de partida.

- Si no nos presentamos a un viaje por causas mayores, que podamos demostrar, tendremos derecho a un porcentaje de devolución.

- Si no podemos hacer un viaje podremos ceder nuestros derechos a otra persona, pero si existen condiciones especiales como “ser mayor de...” o “menor de...”, esta persona tendrá que reunir las mismas condiciones, este cambio habrá que comunicarlo a la empresa al menos con 15 días.

Fuente: Consumidores y Vecinos